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A Danny García le llevó más de ocho rondas el sábado por la noche, pero finalmente superó a Brandon Ríos de la manera que mucha gente esperaba.

García aplastó a Ríos con una mano derecha con una imagen perfecta en la mandíbula que dejó caer a Ríos con 54 segundos por jugar en el noveno asalto. Un sorprendido Ríos se puso de pie, pero al árbitro Kenny Bayless no le gustó la forma en que Ríos respondió a sus órdenes y detuvo lo que había sido una pelea de peso welter competitivo en el Mandalay Bay Events Center en Las Vegas.

Bayless detuvo el evento principal del triple juego de Showtime a las 2:25 del noveno round.

García de Filadelfia (34-1, 20 KO) se convirtió en el segundo oponente en noquear a Ríos (34-4-1, 25 KO) en la carrera profesional del ex campeón de peso liviano de 39 peleas y 13 años.

“Me di cuenta de que cuando estaba recibiendo mis golpes, él estaba frente a mí, y simplemente dejé que [mi mano derecha] se fuera”, dijo García a Jim Gray de Showtime en el ring.

“Solo dejo ir la mano derecha recta… Estaba usando el movimiento lateral y es por eso que probablemente no podría sacarlo de allí temprano, porque le estaba dando el beneficio de la duda al presentarme. Pero tan pronto como obtuve la pelea en el medio del ring, como quería en las últimas rondas, luego lo llevé al medio y obtuve buenos golpes”.

García fue incluido en al menos un favorito de 20-1 por numerosos libros deportivos de Internet antes de una pelea que generó fuertes críticas de los fanáticos y los medios. Sin embargo, un Ríos motivado hizo que la puesta a punto percibida por el García fuera competitiva, y demostró que aún le queda algo más de dos años después de una derrota vergonzante y unilateral por parte de Timothy Bradley.

Ríos quería continuar porque “lo estaba haciendo muy bien allí”, pero entendió algo de la interrupción.

“Estoy enojado”, dijo Ríos. “Estoy un poco enojado porque no salgo así. Soy un guerrero y volví a subir, y estaba listo para continuar. Pero creo que la esquina lo detuvo, pero estoy loco, amigo. Estoy loco. Estoy loco. Sé que me aman y todo, pero todavía respiraba. Todavía estaba caminando. Me levanté bien. Pueden detenerlo cuando casi me estoy muriendo. Moriré en ese anillo. Ese es el tipo de guerrero que soy. Estoy enojado porque me levanté todavía”.

García, de 29 años, luchó por primera vez desde que sufrió su primera derrota profesional: una decisión dividida en 12 asaltos ante Keith Thurman (28-0, 22 KOs, 1 NC) en su pelea de unificación del título welter el 4 de marzo en el Barclays Center de Brooklyn.

Ríos, de 31 años, no se enfrentaba a un oponente desde que Bradley lo golpeó en su camino a la novena ronda de KOT en noviembre de 2015. El nativo de Oxnard, California, prometió que su pelea contra García sería diferente porque llegó a este entrenamiento. Acamparon en mejores condiciones y pudieron concentrarse en prepararse para García, sin perder peso.

De hecho, Ríos hizo la pelea competitiva antes de que García explotara una de las deficiencias defensivas de Ríos.

“Creo que me estaba yendo muy bien allí”, dijo Ríos.

“Creo que lo estaba rompiendo, poco a poco. Estaba listo para cansarse. Lo estaba sintiendo. Pero como dije, fue una de esas cosas en las que me volví perezoso con mi jab y simplemente me sorprendió “.

Fue García, sin embargo, quien pareció comenzar a derribar a Ríos antes de lanzar ese espectacular KO que acabaría con la pelea y las aspiraciones de Brandon Rios.

Imágenes cortesía de: @ShowtimeBoxing